¿El Dios de la Biblia es un Dios bueno?

Alguien que lea la Biblia de forma distraída podría pensar que existen muchas prohibiciones en Ella. Visto así, podría decirse que el Dios de la Biblia es un Dios negativo, un Ser que prohíbe, un Dios que no permite al ser humano ser libre.

Este pensamiento es un pensamiento muy pobre (por decirlo con palabras suaves) que denota una ignorancia total de Quien es Dios en realidad. Porque el Dios de la Biblia es un Dios positivo. Sí. Es un Dios bueno, generoso, amoroso. No existen palabras humanas suficientes para hablar de Él… En este canal que hoy iniciamos (un grupo de personas creyentes en Jesucristo, sin denominación), nos gustaría mucho conseguir pasarte información veraz sobre Quien es y qué requiere de ti el único Dios verdadero, el Dios de la Biblia.

1.

En la Biblia, Dios nos enseña

Dios busca la forma de enseñarnos a vivir en paz y en equilibrio.

En la Biblia, Dios nos enseña la forma de tener alegría, alegría profunda, alegría de alma. Dios nos enseña la forma de tener una vida sentimental satisfactoria, sin traumas, sin sorpresas desagradables; sin herir y sin ser herido. En la Biblia, Dios nos instruye en la forma de mantener buenas relaciones entre padres e hijos, entre parientes, entre amigos, incluso entre vecinos. En la Biblia, el Señor Jesús nos enseña a amar y a perdonar a todos, incluso a nuestros propios enemigos. ¿Sólo eso? No.

Hay algo previo a todo esto, algo que permite que lo dicho hasta ahora sea una realidad y no un simple deseo imposible.

La Biblia nos enseña a tener una relación personal con Dios

Lo más importante es que la Biblia nos enseña a tener una relación personal con Dios así como nos explica que Él desea tener una relación con nosotros. Una relación privilegiada, una relación de amistad, mucho más: una relación de amor.

Y quizás te preguntes: ¿Y las prohibiciones?

Las prohibiciones son, precisamente, para ayudarnos a no ser engañados por el maligno, pues la amistad con el maligno es enemistad con Dios, así como el que vive en las tinieblas está lejos de la luz.

Pero el enemigo se presenta como si fuera un amigo. Por eso la palabra diablo significa “engañador”. Él se hace el bueno, el amigo que te acepta tal como tú eres y que te lo permite todo mientras le sirvas a él.

¡Cuidado!

2.

La Biblia nos enseña a protegernos del maligno

La Biblia nos enseña que el diablo es el príncipe de este mundo y que, en el fin de los tiempos, la inmensa mayoría de los habitantes de la tierra le seguirán. Muy pocos lo harán conscientemente; los más, ni se darán cuenta. Él es mucho más astuto de lo que muchos creen. Su amistad es fingida y maligna. Él, en realidad, intenta seducirte para que caigas en sus trampas que, para el distraído, no parecen trampas sino grandes oportunidades. Quien cae en esas trampas se aleja de Dios. Unos se dan cuenta pero muchos ni se enteran. Y la tendencia natural de quien se aleja de Dios es alejarse cada día más.

La falsa libertad que ofrece el maligno

Dios no nos obliga a amarle. Él nos deja escoger, nos ha hecho libres. El enemigo, al contrario, nos quiere esclavizar. Él nos tienta para enredarnos en sus astucias. Imagina que estás encima de un precipicio y alguien te dice:

-«¡Sé libre! ¡Salta al vacío! Si ese es tu deseo, ¿por qué no hacerlo?»

Los precipicios más peligrosos para el ser humano

La Biblia nos explica que es posible, por la fe en Jesucristo, nacer de nuevo y escapar, or lo tanto, de algo que siempre ha atormentado al ser humano: la inetabilidad de la muerte.

¿Nacer de nuevo?

Es complicado. Hablamos otro día…

Aquí solo una pincelada: quien nace de nuevo, al creer que Jesucristo es la Palabra de Dios, hecha hombre, adquiere la vida de Cristo, una vida plena, una vida verdadera, una vida, además, eterna.

Para el nacido de nuevo, ¿una vez salvo será siempre salvo? ¿Puede perder esa condición de salvo, de tener la vida eterna?

Sí. Afirmmar lo contrario (que una vez salvo será siempre salvo, pase lo que pase, venga lo que venga, es una doctrina ambigua y peligrosa.

Te lo explicamos rápido, otro día seguimos, según sea tu interés.

El nacido de nuevo, siendo fiel, nunca perderá la vida eterna.

Importante: ¡siendo fiel!

Pero, el nacido de nuevo, no siendo fiel, puede perder esa vida eterna.

¿El creyente, nacido de nuevo, puede perder la vida eterna?

La Bíblia nos explica cuales son los pecados por los que el nacido de nuevo puede perder la vida eterna:

  • LA IDOLATRÍA.
  • LA FORNICACIÓN.
  • LA SANGRE.

La Biblia lo deja claro. Tanto en los libros del llamado Antiguo Testamento como en los libros del Nuevo Testamento, Dios viene alertando a su pueblo sobre la necesidad de abstenerse de esas grandes transgresiones. La Biblia les llama “pecados para muerte”.

y 3.

Hoy sólo iniciamos

Hoy no tendremos tiempo de verlo en detalle. Con la ayuda de Dios, hoy solo iniciamos este nuevo proyecto llamado:

“El Dios de la Biblia”

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